5 experiencias gastronómicas en Berlín

Berlín 5 experiencias gastronómicas

BLOG > 5 experiencias gastronómicas en Berlín

Publicado 08.06.2018 | María Miguel

5 experiencias gastronómicas en Berlín Leer

La idea de comer bien el Alemania puede parecernos un mito inalcanzable o una idea digna de leyenda, pero comer con fundamento en este país es posible. Además, la capital nos ofrece mil posibilidades más allá de las salchichas. Su carácter cosmopolita y multicultural nos deja un panorama variadisimo de opciones y puede que en esta ciudad comas, por ejemplo, el mejor plato de cocina vietnamita que hayas probado. ¡Empezamos!

1. Comer a pie de calle.

Berlín es una ciudad callejera. Es aquí donde mejor se aprecia su carácter de metrópoli cosmopolita, verde y con cierto punto canalla. También a la hora de comer muchos lo hacen en la calle. La sobremesa no es el punto fuerte de los alemanes, así que en su día a día no es de extrañar que los puestos de comida callejera -que todo el mundo conoce aquí como Imbiss– se llenen tanto, de los hambrientos lugareños que hacen la pausa, como de los igualmente hambrientos turistas que quieren algo típico y rápido para seguir la ruta.

Si quieres disfrutar de esta experiencia y unirla a un plato típico berlínes, lo mejor es comerse un currywurst. A base de dos ingredientes principales -porque sabemos que la sencillez garantiza el éxito- se crea la estrella gastronómica de la capital: salchicha de cerdo y una salsa a base de ketchup y curry son el fuerte de este plato.
 
Podrás degustarlo por todas partes, pero nosotros te dejamos dos recomendaciones. Por un lado en el barrio de Prenzlauer Berg, el Konnopke, situado bajo las vías del metro, los inicios de la casa se remontan a 1930 como un puesto ambulante. Será en los años 60 que se establecerá en el lugar actual en la Schönhauser Alle, su fama procede de la introducción de este producto en la capital de la RDA. La otra opción es el conocido Curry 36, el cual nos deja dos filiales. Una en el barrio de Kreuzberg junto a la estación de la U6 y U7 Mehringdamm y la otra junto a la estación de Zoo. Es el equivalente occidental al Imbiss anterior.
 

2. Mercado chic: Markthalle Neun.

Berlín es muchas cosas y también una ciudad vanguardista. Por ello aquí también se vive con fuerza la tendencia de los mercados de comida. Una de los más destacados es el Markthalle Neun, que igualmente está en el multicultural Kreuzberg, en la Eisenbahnstraße 42. Unido a las funciones de un mercado de abastos en el que poder encontrar todo tipo de productos -por supuesto también ecológicos y de la región-, el lugar destaca los jueves cuando tiene lugar el Street Food Thursday entre las 17 y las 22 horas. Encontrás diferentes puestos de comida tanto de tradición como modernos y con ingredientes de lo más internacionales.

Añade unas patatas fritas y tendrás un currywurst perfecto.

3. Tradicional

Esta opción no es apta para vegetarianos o veganos -aunque existe un plato típico a base de pasta de pequeño tamaño, gratinada con queso y con cebolla frita que se llama Käsespäzle y que puede ser una buena alternativa a la carne-. La cocina tradicional se caracteriza por la aparición estelar del cerdo, el gran protagonista.

Una opción interesante consiste en acercarse al barrio de Nicolás, un lugar peculiar en Berlín ya que se remite a los orígenes de la ciudad, pero fue durante el gobierno de la RDA que deciden reconstruir este espacio a finales de los años ochenta, así que las edificaciones son modernas. Varios restaurantes se ubican en sus calles y en ellos la oferta es bastante similar: salchichas, codillo de cerdo, col blanca (en alemán Sauerkraut y también conocida como chucrut) y, por supuesto, patatas.

La Taverna Max und Moritz junto a la Moritzplatz cuenta con una largo recorrido desde su fundación en 1902. Precio accesible y tradición, la carta también está en español, lo que supone un plus.

4 Exótico.

Si lo tuyo no es precisamente el codillo y te defiendes con los palillos, tenemos otras propuestas más exóticas. En Berlín es fácil encontrar restaurantes, imbiss o tascas con tantas variedades que podríamos hacer una vuelta al mundo culinaria. Te ofrecemos dos opciones asiáticas, una de lo más in, la otra muy genuina.

El Long March Canteen poco tiene que ver con las imágenes de las cantinas o comedores tradicionales. De aspecto moderno y sobrio en este local la protagonista indiscutible es la comida -iluminada para la ocasión, debes visitarlo para entender eso de la iluminación- donde se hace una fusión de comida asiática moderna y tradicional. Podrás pedir diferentes platos a modo de tapas, lo que es ideal para probar de todo. En el otro extremo el HODORI en la Goebenstraße. Tradicional, su estética no tiene nada que ver con el ejemplo anterior, aquí ni las vajillas son tan bonitas ni el local destaca especialmente por su belleza, todo lo contrario destaca por ser auténtico y curioso. La carta ofrece cocina en línea con la tradición, de gran sabor y precio económico.

5. Cafe & Kuchen.

Todo viaje que se precie merece un homenaje. En Alemania es muy típico tomar un Cafe und Kuchen (café y pastel) después de comer, hacia las 15 horas y además en el país son buenos reposteros por lo que si eres amante del dulce encontrarás variadas tartas, una para cada día de tu odisea.

Un clásico en el barrio de Schöneberg es el café Bilderbuch. Destaca especialmente el salón de la parte trasera donde sofás de abuela con terciopelo, un piano y los muros llenos de libros te transportarán a un ambiente clásico e intelectual.

Nuestra siguiente sugerencia nos lleva de nuevo a Kreuzberg, aquí tiene sede la cafetería (son también tostadores de café) Barcomi’s. En la famosa Bergmannstraße, poblada de tiendecitas con encanto, se ubica esta cafetería donde podrás disfrutar de deliciosas tartas como la apple pie o varias versiones diferentes de cheesecake, como por ejemplo la chocolate espresso cheesecake o la brownie marble cheesecake. También tienen otro establecimiento en el barrio de Mitte (Sophienstraße, 21) conocida como Barcomi’s Deli.

Están son unas cuantas referencias pero si callejeas y te pierdes por las calles de Berlín, descubrirás rincones fascinantes donde menos te lo esperas.